viernes, 5 de abril de 2013

¿Qué hacer con el oro? Desempeño de esta semana y expectativas


Esta ha sido una semana con fuertes altibajos para la cotización del metal precioso del oro, llegando a caer casi US$50 dólares entre el lunes y miércoles de esta semana, y no resulta sorpresa puesto que los indicadores económicos de los distintos países en crisis parecen estar mejorando y la economía global parece estar saliendo del fondo que había tocado. Solo esta semana, el precio de los contratos futuros a junio del oro han perdido alrededor de -1.6%, recortando pérdida hacia el cierre del periodo después de que el Departamento de Trabajo de EE.UU. mostrara que la economía creó menos empleos de lo esperado en marzo, reduciendo la cotización del dólar e impulsando el precio del metal precioso.


Cotización de los contratos futuros de oro (US$/oz) desde el 04/01/2000
Los bears (inversionistas que apuestan en contra del precio de un activo) están buscando la terminación del rally de 12 años en el mercado del oro, citando las perspectivas de una retirada gradual de las políticas monetarias laxas, una ola de ventas de oro en fondos negociados en bolsa y la fuerza de las bolsas mundiales y el dólar de EE.UU., esto último fundado en la recuperación sostenida de la economía americana.


Cotización de los contratos futuros de oro (US$/oz) desde 01/03/2013


Por su parte, los bulls (inversionistas que apuestan a favor del precio de un activo) se están centrando en el largo plazo. Ellos esperan que las credenciales de refugio seguro del oro se consoliden ante las compras de los bancos centrales, el riesgo de una guerra de divisas, la preocupación sobre las finanzas en la eurozona y EE.UU., y una nueva desace-leración en el crecimiento económico global.


En este punto, el inversionista tiene que decidir cuánto "dolor", "sufrimiento" y/o "desesperación" está dispuesto a tomar en el corto plazo para mantenerse inmerso en su idea de que el oro, a la larga, va a recuperar su precio y va a seguir apreciándose conforme las monedas se deprecien. Sin embargo, mantener esta posición resulta bastante complicada, sobre todo considerando que cada vez más analistas están recortando sus pronósticos del precio y señalando una salida considerable de fondos ETF de oro.

En particular, el Credit Suisse recortó su pronóstico sobre el precio del oro para este año y el próximo. De la misma manera, el Societe Generale recientemente puso fin a la era de oro y pronosticó una caída de los precios a US$1.375 la onza a finales de año. De esta manera, tal parece que son los bears los que están ganando la batalla hasta el momento.

¿Qué está contribuyendo a esta caída continua del oro? Se pueden postular algunas ideas:

1. Salida de los fondos de "papel" de oro.
Si bien las compras físicas de oro desde Asia siguen siendo fuertes, las participaciones de entidades no físicas en representaciones de oro, o "papel" de oro, específicamente, ETFs, han sufrido bastante. Y es la influencia de los ETFs que están respaldados por oro físico almacenado en bóveda, la que ha crecido enormemente en la última década desde el lanzamiento del primer ETF respaldado en este metal (gold-backed ETF). Por ejemplo, las tenencias de oro en el SPDR Gold Trust (GLD), el mayor de los ETF respaldado en oro, han caído a 38.8 millones oz, desde el nivel de 43.4 millones oz visto al comienzo del año. Las acciones de la ETF también han perdido más de 7% en lo que va del año.

2. Optimismo en la renta variable
Entre las razones citadas para la caída del GLD y de otras acciones relacionada al metal, está el movimiento del dinero hacia el mercado de renta variable. A pesar que la Reserva Federal de EE.UU. sigue inyectando su economía con cantidades inmensas de dinero, los indicadores económicos no presentan el ritmo de recuperación esperado, lo que indica que el dinero se está quedando en el sistema financiero, en vez de hacer su traspaso a la economía real. Es por ello que, si bien la economía estadounidense se mantiene débil, los principales índices de Wall Street, como el S&P 500 y el DOW JONES, ya se recuperaron de los estragos de la crisis y, más aún, están tocando máximos históricos nunca antes vistos.

3. La falta de un verdadero catalizador
La idea final sería la falta de un verdadero factor que impulse el precio del metal precioso. Cuando la Reserva Federal anunció la tercera ronda de medidas de flexibilización cuantitativa, el QE3, en setiembre del año pasado, las proyecciones indicaban un precio mayor a US$1850 por oz de oro. Sin embargo, la realidad fue distinta. Tras haber tocado un máximo cercano pero por debajo a US$1800, el precio del bien no paro de caer. Solo esta semana, tras la expansión del programa de compra de activos del Banco de Japón, la cotización del oro no tuvo la reacción esperada y mantuvo su tendencia bajista.

Tal parece que, finalmente, la "era dorada" habría llegado a su fin. Con el crecimiento económico mundial en recuperación, el oro tendría las horas contadas.








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