jueves, 10 de noviembre de 2011
MIGUEL MORA | París 10/11/2011
"Tras Grecia e Italia, ¿Francia?". Así titula hoy el diario Le Monde
en primera página, poniendo el acento sobre el alza persistente de la
prima de riesgo francesa a 10 años, que el martes tocó un récord de 148
puntos básicos y que hoy ha seguido subiendo hasta los 165, el máximo
desde 1997. En mayo pasado, la cifra se movía estable entrono a los 35
puntos básicos, pero desde septiembre no ha dejado de crecer. A pesar de
que el país mantiene (si bien en cuarentena) su triple A, la percepción
de los mercados está castigando estos días a París mucho más que a
Alemania, y la situación italiana preocupa cada vez más
al Gobierno francés. Los bancos nacionales poseen 106.000 millones de
euros en el sector público italiano, el doble que Alemania. Hoy, la
portavoz del Gabinete, Valerie Precresse, ha presionado hacia la
solución de un Gabinete de emergencia nacional al declarar que Roma
"debe aprobar a toda velocidad sus reformas, y eso significa nombrar un
nuevo Gobierno".
La impresión entre los analistas es que si la presión sigue
aumentando sobre la deuda italiana y española, Francia se pondrá
rápidamente en primera línea de fuego, dada su alta exposición a las
deudas de esos dos países. "Roma tiene la deuda más grande de la zona
euro, y eso explica que se hable de riesgo sistémico", ha explicado a
AFP Cyril Régnat, analista de Natixis. "Es también la deuda más líquida,
y los bancos y aseguradores franceses son los más expuestos". Durante
la crisis, muchos bancos y aseguradoras franceses han ido vendiendo títulos griegos, portugueses e irlandeses para comprar deuda italiana, que parecía mucho más segura. Solo BNP Paribas posee en este momento 24.000 millones de obligaciones italianas en su cartera.
Aunque París está esforzándose por presentarse ante los mercados como un fiel seguidor del rigor alemán, y ha presentado ya dos planes de austeridad en tres meses,
la valoración de la deuda francesa se va acercando cada vez más a la
italiana y la española, y alejándose al tiempo de la tabla alemana.
"Francia ha perdido ya de hecho su triple A", explicaba ayer el
economista francés Jacques Attali en La Tribune. "Y es inútil tratar de agarrarse a esa nota".
La entrada de la economía del país en el estancamiento durante este trimestre y los próximos comicios presidenciales
hacen temer a los analistas que la desconfianza de los mercados
financieros se irá haciendo cada vez mayor, ya que el periodo electoral
siempre produce inestabilidad y una potencial explosión del gasto
público.
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